Cuadramos la caja.

 Esta mañana, al empezar la clase, además de abrir la biblioteca para cambiar los libros, había algo muy importante que hacer: Cobrar el dinero para la excursión del próximo viernes.
Lo primero que hemos hecho, ha sido habilitar "un despacho"  utilizando unas planchas de cartón a modo de biombo, para no interferir con la biblioteca. 
Hoy le ha tocado cobrar a Emilio.
Para ello ha preparado una lista donde anotar los nombres de los que iban pagando.
Muy organizado en una caja-hucha iba echando el dinero y dejando las autorizaciones,todas juntitas en la mesa.

La alumna de prácticas y yo hemos disfrutado mucho escuchando los comentarios que se iban haciendo mientras esperaban su turno.
Son increíbles  ¡Cuánta paciencia han tenido! Y cómo han sabido prestar la ayuda necesaria al encargado de cobrar para que fuese escribiendo sus nombres sin faltas de ortografía.
Por otra parte Emilio, no ha dado muestras de cansancio ni un momento a pesar de que la lista cada vez se iba haciendo más y más larga.

 Cuándo terminó y llegó el momento de cuadrar la caja....
Apareció el primer problema: La caja no cuadraba, el número de permisos no coincidía con el número de los niños y niñas de la lista.
¿Cómo lo arreglamos? ¿Qué podemos hacer? 
Unos y otras aportaron ideas y al final, todo resuelto. 
Pero, no acabaron ahí los problemas, porque al contar el dinero.... Apareció el segundo. 
Había más dinero de la cuenta.
Al comprobarlo vemos que hay un billete de 10 euros y el precio de la excursión es de 7 euros. 
A alguien no le habían dado la vuelta.
Después de averiguar de quién era el billete, no se les ocurría que hacer. 
Como siempre nuestros vecinos de segundo vinieron en nuestra ayuda. 
¡Qué fácil
¡Cómo no se nos había ocurrido! Sólo había que devolverle 3 euros y todo arreglado.
Ha sido una ocasión preciosa para reflexionar juntos y hacer auténticas matemáticas.

GRACIAS, EMILIO

    Son geniales ¿A que sí?